Monday, November 13, 2006

8. Hay que salvar a Edgar. Primera parte.

En la barra del clup no había mucho sitio. Me senté entre dos cazadores. Que mujeres¡¡¡ no se si tendrán carrera, pero parecen muy listas. Los cazadores hablaban de que habían cazado un ave de 1,74 mtros, y que tenía pinta de pollo gigante. Uno decía que había que llamar a la televisión para que se hicieran famosos con su presa, el otro ,que de eso nada, que seguramente era un ave en peligro de extinción y que lejos de hacerse famosos los metían en la carcel. No se porque pero se me ocurrió que ese ave podía ser mi amigo Edgar. Cuando uno de los cazadores dijo que lo podía asar y hacer una caldereta, el otro contestó que había que llamar a Argüiñano para que les dijera como se podía cocinar este ave ( esto último lo dijeron en tono jocoso). Uno de ellos dijo ( no se si el uno o el otro) que seguramente no se podía comer, porque tenía mal aspecto, tenía los ojos muy verdes. Esa era la correcta definición de mi pollo Edgar: “ un ser con los ojos verdes”. Mi cuerpo entonces entró en una guerra civil interna, una pequeña parte decía busquemos el cuerpo de Edgar, el resto decía disfrutemos de estas chicas, que Edgar está bien muerto. No podía disfrutar a gusto de las chicas, pues la pequeña parte de mi cuerpo insistía en buscar a Edgar. No había cenado ni siquiera había preguntado si servían cenas. Pero salí fuera ha echar un pis y a buscar a mi pollo. Pero como podía encontrarlo¿?. Se me ocurrió ir dando golpecitos en los maleteros de los coches y decir en voz susurrante “ Edgar soy yo el Señor “. Mientras recorría el parking me di cuenta que se me había olvidado la niña con los pulpos en mi cosechadora. Me acerqué, estaba algo fría, pero seguía durmiendo. Dí con varios coches en los que contestó una voz susurrante: “ no soy Edgar, pero ayúdeme a salir de aquí “, otro contestó “ espere un momento que voy a ver si hay algún Edgar entre todos los que estamos en el maletero”, cada maletero contestaba algo diferente. A todos les decía “ perdón, no quería molestar”. Hasta que llegué al maletero adecuado. En la baca del coche había un ciervo muerto. “ Edgar soy yo el Señor”. “ Señor estoy aquí muerto de miedo, pero no estoy muerto, me he hecho el muerto “. Lo que no había conseguido ni la CIA ni el McDonalds no lo iban a conseguir dos cazadores avilenses. No encontraba la forma de abrir el maletero, así que se me ocurrió pasar con la cosechadora por encima del maletero, para que este abriera. Tuve un problema al arrancar la cosechadora, se vé que se había quedado algo fría y no arrancaba. Entré en el puticlup y pedí ayuda. Todo el mundo se volcó en ayudarme, que gente mas encantadora, incluso los dos cazadores dueños del coche que pensaba aplastar. Como con todos no fue suficiente ayuda, la gente empezó a sacar a los que tenían maniatados dentro de los maleteros para que ayudaran a empujar. Evidentemente los cazadores no sacaron a Edgar del maletero para que ayudase, porque ellos pensaban que estaba muerto. Al que si que pillaron era al ciervo, porque sabían los dos que se estaba haciendo el muerto. Uno de los cazadores le decía al ciervo “ pero ciervo nos has visto con cara de tontos “. Todos empujaban la cosechadora, las chicas tuvieron que quitarse los tacones porque se les quedaban hundidos en el barro, los clientes, el ciervo, los cazadores, la gente maniatada… todo el mundo ayudaba con lo que podía. Como éramos muchos decidí ir hacia arriba, por si alguien podía pensar que su ayuda no era necesaria y le estaba haciendo un feo. Al kilometro doscientos metros arrancó la cosechadora. Todos se despidieron como si mi cosechadora fuera un barco , con confeti, con globos, con una orquesta musical, con besos, bueno que momento, he de reconocer que alguna lágrima se me cayó.
Unos días de anuncios hasta el próximo capítulo ( en lo mejor, es que por algo dicen que soy el mago del suspense).

2 Comments:

Blogger La Sombra del Mal said...

Lo de arrancar la cosechadora jugando al empujon del puton tiene un jugo que huele a tacon..........
Y lo de que la niña este tan fria me comienza a preocupar, jajajaja, so infanticida.

16 November, 2006  
Blogger Alfonso said...

Qué semana más larga! Ni vacaciones ni hostias, te llevas el portátil allá donde vayas y escribes, que por tu culpa no he escrito nada desde el lunes pasado... Vale, no tienes la culpa, es que estoy en blanco. No sé si acabar con el ex ministro norcoreano, darle "mulé", pero por otro lado me da penita, porque apenas le he dado protagonismo, sólo le he presentado, y me lo quiero cargar. Es lo malo de escribir sobre la marcha, que no controlo el ritmo y pensándolo, no hubiera atentado contra Murray tan pronto, pero es que tenía que encerrar a Sharon, volverla loca.
Tu historia ha marcado un antes y un después. Me encanta.

16 November, 2006  

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